May 30, 2019 500 AM
Luego de un invierno más cálido de lo normal en Texas, los funcionarios de salud pública están alerta ante un posible aumento en los casos de la enfermedad del Nilo Occidental este año. Investigaciones al respecto demuestran que hay una relación entre las temperaturas invernales cálidas y un aumento en los casos del Nilo Occidental durante el verano siguiente. Además, las lluvias intensas y generalizadas en Texas esta primavera han generado agua estancada que da a los mosquitos un amplio caldo de cultivo para multiplicarse y propagar la enfermedad.
Para protegerse ahora y durante toda la temporada de mosquitos, se recomienda tomar las siguientes medidas:
Evite que los mosquitos se reproduzcan drenando regularmente el agua estancada, incluyendo el agua que se acumula en juguetes, llantas, contenedores de basura, cubos, canaletas de lluvia obstruidas y macetas y platillos para plantas. Cambie el agua de los platos para mascotas, pilas para pájaros y piscinas inflables cada dos o tres días.
Evite las picaduras usando un repelente de insectos aprobado cada vez que salga al exterior, de acuerdo con las instrucciones en la etiqueta. Los repelentes aprobados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) son aquellos que contienen DEET, picaridina, IR3535 y aceite de eucalipto de limón o p-mentano-3,8-diol.
Protéjase llevando mangas largas y pantalones.
Aleje a los mosquitos usando aire acondicionado y cerrando puertas y ventanas, o asegurándose de que estas tengan mosquiteros en buen estado si va a abrirlas.
Estas medidas ayudarán a protegerse contra el zika, el dengue y otras enfermedades transmitidas por los mosquitos cuando esté en casa o salga de viaje.
“Hagamos de estas medidas preventivas parte de nuestra rutina diaria”, exhortó el doctor John Hellerstedt, comisionado del Departamento Estatal de Servicios de Salud (DSHS) de Texas. “Estos sencillos pasos pueden ser de gran ayuda para protegerse a sí mismo, a su familia y a sus vecinos de una infección potencialmente mortal”. El año pasado se registraron en Texas 146 casos de la enfermedad del Nilo Occidental, incluidas 11 muertes, según los datos provisionales del DSHS. Durante los últimos cinco años ha habido en Texas 1,305 casos y 57 muertes por la enfermedad. La mayoría de las personas expuestas al virus del Nilo Occidental no se enferman, pero alrededor del 20 por ciento presentan síntomas como dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares y articulares, náuseas y fatiga. En una proporción muy pequeña (menos del uno por ciento), el virus afecta al sistema nervioso, dando lugar a una enfermedad más grave que puede causar rigidez en el cuello, desorientación, temblores, convulsiones, parálisis e incluso la muerte.
No hay vacuna contra la enfermedad del Nilo Occidental, ni medicamentos para tratar la infección. En algunos casos es necesario hospitalizar al paciente para tratar los síntomas. El virus del Nilo Occidental puede causar enfermedades graves a cualquier edad, pero las personas mayores de 60 años tienen un mayor riesgo, al igual que las personas con afecciones como cáncer, diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal. Cualquier persona que tenga síntomas y sospeche la presencia del virus del Nilo Occidental debe acudir con su proveedor de atención médica.