El condado se enfrenta a ganado suelto

CONDADO DE PRESIDIO – Los propietarios de tierras, la policía y los abogados del Condado de Presidio esperan que la Oficina del Procurador General de Texas decida de una vez por todas si las autoridades policiales pueden recolectar el ganado suelto en un condado de “pastizales abiertos” como Presidio. El sheriff del condado, Danny Domínguez, que ha recolectado ganado descarriado durante décadas, le pidió al Representante Estatal Poncho Nevarez que recabara la opinión de la Oficina del Fiscal General. Mientras tanto, un terrateniente está amenazando con una demanda contra el condado después de que su ganado fuera recogido por orden del Sheriff Domínguez.

Para aquellos menos familiarizados con las leyes de ganado, desde los años 1800s la ley común de Texas ha dictado que el estado está formado por “pastizales abiertos”, donde el ganado es libre de deambular a través de las líneas de propiedad de los propietarios. En lugar de que los rancheros tengan que cercar su ganado, es responsabilidad del vecino “cercar” el ganado si no desean tener ganado errante en su propiedad.

No fue hasta que se permitieron las leyes de ganado en Texas que a los condados se les permitió comenzar a regular la libre circulación de ganado mediante la celebración de elecciones en todo el condado. Sin embargo, desde 1981, el Condado de Presidio ha estado entre los 22 condados de Texas que no tienen permitido realizar ese tipo de elecciones para restringir el ganado “prófugo”. Con eso, ahora solo la acción legislativa del estado podría alterar el estatus de pastizales abiertos del Condado de Presidio.

Pero a partir de la década de 1980, Texas aprobó las “leyes de animales descarriados”, lo que permite a los sheriffs recolectar ganado descarriado cuando se desplaza a la tierra de un vecino. Aquí es donde radica la confusión legal entre los propietarios de tierras y los funcionarios públicos de Presidio: ¿las leyes de animales descarriados son realmente aplicables en los condados con pastizales abiertos?

Cuando el sheriff Domínguez permitió que el terrateniente Neil Chavigny recolectara el ganado que estaba en su propiedad este año, el condado comenzó a debatir la aplicación de las leyes de animales descarriados en Presidio.

Chavigny posee tierras al sur de las aguas termales de Chinati, y ha recogido tres veces ganado de su tierra, la última a principios de 2019, y los ha entregado al condado. Dijo que el ganado come su pasto y pisotea un manantial que él y su esposa han restaurado. Cada vez, el ganado fue eventualmente recuperado del condado por su dueño, Chon Prieto, que cría animales en una propiedad que linda con la de Chavigny.

Al explicar el proceso, Chavigny dijo que cuando el ganado apareció en su propiedad, llamó a sus vecinos, intentando identificar a su dueño, ya que solo estaban etiquetados y no tenían marca. “Cuando no puedo conseguir que alguien recoja esas vacas después de una semana o dos, llamo al Sheriff”.

El sheriff Domínguez llamó entonces a los terratenientes cercanos para preguntar si el ganado podía ser suyo y si podían recoger los animales sueltos. Chavigny dijo que el ganado todavía no se había recuperado, por lo que Domínguez finalmente le dio permiso para reunir al ganado. Él podría hacer esto contratando vaqueros, o haciéndolo él mismo. En el tercer rodeo de ganado, Chavigny decidió hacerlo él mismo.

El ganado fue entregado a los corrales del condado para animales descarriados, y el propietario del ganado, que luego se confirmó que era Prieto, solo podía recuperarlos si pagaba todos los costes que se derivaron de la reunión del ganado. En abril, el condado reembolsó a Chavigny el tercer rodeo de ganado. Prieto pagó ese gasto al condado de Presidio y recuperó su ganado.

En ninguna parte de las leyes de animales descarriados del Código de Agricultura de Texas se discute específicamente cómo se aplican en los condados con pastizales abiertos. El abogado del condado, Rod Ponton, no escatimó su opinión sobre el ganado descarriado en Presidio después del incidente más reciente con Chavigny y Prieto. “La incautación de ganado bajo la ley de animales descarriados en el Condado de Presidio es ilegal y somete al propietario perjudicado a daños”. Ponton citó las decisiones de la Corte Suprema de Texas de 1893 y 1999 que respetan las leyes de ganado en pastizales abiertos y dijo que las leyes de animales descarriados simplemente no pueden aplicarse aquí.

Después de que saliera la opinión de Ponton, Prieto contrató al abogado Albert Valadez, quien envió una carta al Sheriff Domínguez. En ella, Valadez afirmó que el ganado de Prieto fue “ilegalmente incautado” cuando fue retirado de las tierras vecinas propiedad de Chavigny.

El abogado de Prieto exigió que todos los costes que Prieto pagó al condado para recuperar la posesión de su ganado le fueran reembolsados además de los costes adicionales que incurrió Prieto para transportar su ganado de los corrales del estado y para contratar a un abogado. Valadez le está pidiendo al condado que pague a Prieto 3,550.48$ dentro de los 20 días hábiles a partir del 1 de julio, o que se enfrente a una demanda, y citó la opinión del abogado Ponton de que la recolección de ganado en Presidio es ilegal.

El sheriff Domínguez respondió a Valadez, pero no ofreció el reembolso. En cambio, Domínguez declaró que buscó otras cuatro opiniones legales después de escuchar la deliberación de Ponton. Mientras que el juez Dan Mills, asesor de la Asociación de Sheriffs de Texas, estuvo de acuerdo con Ponton, el abogado James Bradbury y el ex abogado del condado de Presidio, John Fowlkes, estuvieron de acuerdo con Domínguez en que las leyes de animales descarriados se aplican ampliamente en todo Texas, y que el sheriff tiene la autoridad para capturar, aplicar tarifas y devolver animales descarriados, incluso en un condado con pastizales abiertos.

En abril, el sheriff le pidió a Ponton que solicitara una decisión del fiscal general para resolver el problema y, con suerte, renunciar a cualquier responsabilidad legal que pudiera haber. Ponton confirmó que no buscó dicha decisión. En junio, Domínguez contactó con el Representante Nevárez, quien le pidió al Fiscal General una “respuesta definitiva a la legalidad de esta práctica”, con la esperanza de que el tema quedara claro. La decisión del Fiscal General tendrá implicaciones para el Condado de Presidio y los otros 21 condados con pastizales abiertos en Texas.

El Sheriff Domínguez le dijo a Valadez en una carta que se espera que reciban la decisión del Fiscal General el 11 de diciembre de 2019. “Hasta que no se reciba la opinión del FG, mi oficina no tomará ninguna otra medida con respecto a su carta”. A pesar de esto, aún está por verse si Valadez seguirá adelante con la demanda.

Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA


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