August 21, 2019 958 PM
Por ABBIE PERRAULT
PRESIDIO – El 8 de agosto la Patrulla Fronteriza informó discretamente a las autoridades públicas de Presidio de que un cambio propuesto de política podría llevar a la agencia a liberar en Presidio a los inmigrantes detenidos a partir del mes de septiembre. Quedan nueve días para el 1 de septiembre y están apresurándose las autoridades municipales, la oficina del sheriff y las organizaciones locales.
Mientras tanto, la Patrulla Fronteriza guarda silencio sobre cualquier plan firme. Las autoridades de Presidio esperan resolver las opciones relacionadas con el refugio, la vivienda, las comidas y los cuidados médicos antes de que la Patrulla Fronteriza libere a los inmigrantes por las calles.
La política de “capturar y liberar” ya ha sido implementada en los principales puertos de entrada en todo el estado de Texas, pero hasta el momento los inmigrantes que pasan por Presidio han sido trasladados en camiones de pasajeros fuera de la región del Big Bend y llevados hasta El Paso antes de ser detenidos o liberados.
Bajo la política de “capturar y liberar,” los inmigrantes indocumentados que cumplen con una serie específica de criterios de la Patrulla Fronteriza no son deportados ni enviados a un centro de detención. En vez de eso, se les ordena aparecer en un tribunal en una fecha posterior antes de ser liberados bruscamente a los Estados Unidos.
Ya que han acabado oficialmente las políticas de separación familiar y son escasos los centros de detención, hoy en día son las unidades familiares las que se están beneficiando principalmente de la política de “capturar y liberar.”
En una reunión del consejo municipal en Presidio, el 14 de agosto, el administrador municipal Joe Portillo informó al consejo que la Patrulla Fronteriza tiene un promedio de 100 detenciones al mes en el Sector del Big Bend y el mes pasado encontró un número asombroso de 600 individuos. No está claro cuántos de esos individuos cumplirían ahora con los requisitos para ser liberados, pero la ciudad teme una inundación.
En Twitter, el Presidente Donald Trump ha afirmado, “Capturar y liberar es un término obsoleto. Ahora se llama capturar y detener.” Pero a medida que los puertos se ven abrumados por los trámites y están desbordadas las celdas de los centros de detención, la política de capturar y liberar se ha convertido en una alternativa popular a los altos costes de la vivienda y de los cuidados a las decenas de miles de individuos detenidos en la frontera.
Algunos inmigrantes liberados contactan con sus familiares en los EE.UU. y coordinan viajes para reunirse con ellos. Otros usan su propio dinero y recursos para arreglárselas hasta que tengan que presentarse ante el tribunal.
“Y luego hay algunos casos donde la gente no tiene dinero para hacer nada,” dijo Portillo. En esos casos, dice que la Patrulla Fronteriza recurre a las organizaciones sin ánimo de lucro, las iglesias u otras organizaciones para ayudar a los inmigrantes liberados a llegar a donde quieren ir.
En una declaración escrita esta semana a The Sentinel, la Patrulla Fronteriza dijo que, en el caso de aplicar la política de capturar y liberar, se coordinarían con las organizaciones, el gobierno y las iglesias locales para “mitigar cualquier impacto local lo mejor que podamos.”
A diferencia de El Paso –donde las fuertes organizaciones sin ánimo de lucro y redes de protección social se ocupan de hacer el trabajo cuando son liberados cientos de inmigrantes–, la liberación de incluso una docena de inmigrantes en Presidio –con una población estimada de 4.099– tendría un impacto sobre los pocos recursos que puede ofrecer la ciudad.
Portillo confía en que la Patrulla Fronteriza brinde asistencia. “Confío cuando dicen que harán todo lo que puedan,” dijo. “Ellos entienden nuestras limitaciones. Ellos entienden cuán singulares y cuán rurales son el Condado y la Ciudad de Presidio y qué clase de recursos tenemos. Y saben que supondría una carga para nosotros.”
El padre Miguel Alcuino, líder de la iglesia católica de Presidio, dijo el domingo a los feligreses que la iglesia ayudaría donde pudiera, pero que la responsabilidad debe recaer en toda la comunidad de Presidio y no solo en la generosidad de la iglesia. Alcuino ha mantenido correspondencia con la ciudad con la esperanza de compartir las responsabilidades. Hizo hincapié en que las instalaciones en el Centro de Actividades de Presidio superan con creces las de la iglesia.
La Patrulla Fronteriza dijo que sigue “explorando las posibles opciones de tramitación” para el Sector del Big Bend y dijo que la política de capturar y liberar era un “último recurso,” aludiendo a ella por su título oficial: Aviso de Presentarse y Orden de Liberación Bajo Palabra (NTA/OR, por sus siglas en inglés). No obstante, después de que varias autoridades locales hayan hablado con agentes supervisores sobre la posibilidad real de la política de capturar y liberar, Presidio ha decidido esperar lo mejor y prepararse para lo peor.
Para tener una mejor previsión de los problemas con que podría encontrarse, la ciudad ha tomado como referencia situaciones reales a las que se ha enfrentado el gobierno local durante la reciente afluencia de inmigrantes. Pero la ciudad “en realidad solo está pensando en conjeturas,” dijo Portillo.
El administrador municipal reflexionó sobre la escasez de pañales y productos femeninos en las instalaciones federales y preguntaba cuántas comidas se necesitaría proporcionar bajo la nueva política. Luego pasó al tema de la creciente cifra de muertes de inmigrantes bajo detención federal, preguntándose en voz alta: “¿Cómo se afronta esa situación?”
“Vamos a hacer las cosas de manera muy premeditada. Tienen que ser bien elaboradas. Nuestros socios federales nos dicen que confiemos un poco en ellos,” dijo Portillo, “y sí confiamos en ellos.” Hizo una pausa, luego se centró de nuevo en las posibles ramificaciones. “Realmente sería una carga enorme para la ciudad.”
Mientras tanto, la Oficina del Sheriff del Condado de Presidio recibió de parte de la Patrulla Fronteriza una fecha límite concreta para dejar de hacer traslados en camiones de pasajeros: el 31 de agosto. Joel Núñez, ayudante del sheriff, trabaja estrechamente con la Patrulla Fronteriza en el sur del condado pero le preocupa la política que viene. Cree que a la larga la zona estará desbordada.
“Les liberarán justo delante de las puertas de la estación de la Patrulla Fronteriza, que se encuentra en la ciudad,” dijo Núñez. “Se verá un aumento gradual de personas vagando, intentando encontrar asistencia y refugio.” Núñez espera que varias partes interesadas puedan reunirse para hablar de la política de capturar y liberar y agrupar recursos de manera proactiva antes de que empiecen los cambios.
El Sheriff Danny Domínguez dijo que su oficina no puede permitirse proporcionar muchos recursos, pero sí cree que aumentarán las patrullas en respuesta a la política de capturar y liberar. “La Patrulla Fronteriza dice que hace comprobaciones de antecedentes y solo libera a la gente sin antecedentes, pero cuando se está hambriento y se necesita refugio para sí mismos y sus familias, una persona desesperada podría hacer cosas que no quisiera hacer pero que se ve obligada a hacer.”
Con tantas incógnitas que les esperan, “Estamos siendo proactivos con el poco tiempo que nos queda e intentamos implementar un plan,” dijo Núñez. “Somos un departamento pequeño en un condado grande pero, como siempre, trabajamos con la comunidad para superar estos problemas.”
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA