September 18, 2019 844 PM
EL PASO — Tras servir en el escaño durante casi diez años, el Senador del Estado de Texas, José Rodríguez, de 71 años de edad, anunció el viernes en una conferencia de prensa que no buscaría la reelección en 2020.
Durante la conferencia de prensa, Rodríguez mostró su agradecimiento a su personal, a los medios de comunicación locales y a su mujer, Carmen. “Ha habido muchos logros,” dijo. “Ha habido muchas desilusiones.”
El estado de ánimo era mayoritariamente ligero, ya que Rodríguez hacía bromas con los reporteros que decía “me atormentaron.” Tras tumbar su micrófono por segunda vez mientras se movía animadamente, bromeó en español que se movía “como Beto.” Ambos comentarios suscitaron risas de la cabina de prensa.
Como senador estatal, Rodríguez ha representado a los condados de El Paso, Hudspeth, Culberson, Jeff Davis y Presidio. En un comunicado de prensa sobre su jubilación, Rodríguez pregonó su trabajo financiando hospitales locales, atrayendo desarrollo económico y ayudando a establecer la Texas Tech University Health Sciences Center El Paso como una universidad en sí misma, independientemente de la principal Texas Tech University, en Lubbock.
“Hemos aprobado más de 240 proyectos de ley,” decía el comunicado de prensa, que afectan a una amplia variedad de temas: “educación, cuidado sanitario, desarrollo económico, gobiernos locales, energías renovables, justicia penal, jurisprudencia civil, seguridad pública y los tribunales, la ética y la transparencia gubernamental, y los veteranos.”
En una entrevista con The Big Bend Sentinel, Rodríguez reflexionó sobre su carrera, incluyendo los arriba mencionados logros y desilusiones.
Dijo que le enorgullecía particularmente el haber ayudado a mejorar la educación –especialmente para los estudiantes bilingües y latinos– que han ayudado en dar a Texas “la población creciente más joven del país.”
Pero después de aumentar la financiación escolar durante la última sesión legislativa, Rodríguez dijo que los legisladores estatales “todavía no han compensado” los “recortes draconianos” en la educación en 2011, cuando Rodríguez ocupó su escaño por primera vez.
“Cuando se trata de educación bilingüe, creo que no aprobamos,” añadió.
Gran parte de la entrevista fue así, con Rodríguez celebrando el progreso que dijo que Texas había tenido a la vez que hacía hincapié en que al estado aún le queda mucho por recorrer.
En cuanto al cuidado sanitario –otro campo en el que Rodríguez ha centrado sus esfuerzos-, dijo que Texas aún tiene “un problema muy serio a lo largo de la frontera” respecto a su “escasez de profesionales sanitarios.”
Y, aunque está creciendo la economía de Texas a medida que los jóvenes profesionales se trasladan a las ciudades y las zonas residenciales para empleos administrativos, Rodríguez enfatizó que esos recién llegados son “en su mayoría personas relacionadas con la alta tecnología.”
“En cuanto a la gente trabajadora: lo siento, esa gente tiene problemas,” añadió.
Dijo que los líderes republicanos del estado daban largas (o se oponían directamente) a salarios mínimos más altos, a las protecciones para los trabajadores y a los proyectos de ley para impedir la apropiación indebida de sueldos, entre otras protecciones para los trabajadores.
Texas, dijo, sigue siendo “muy anti trabajador.”
Rodríguez sonaba más optimista cuando habló del futuro político del estado.
Texas, dijo, “casi se ha vuelto púrpura.” Dijo que era “posible” que el estado se viera de color azul en 2020 y que “seguro” que lo será en 2022.
Pero, de nuevo, moderó su optimismo. También era posible, dijo, que los republicanos siguieran manipulando las circunscripciones electorales o haciendo trampas para entrar en el poder político. Y le preocupaba el aumento del sentimiento anti latino en Texas y fuera del estado, algo que ve como una resistencia oportunista frente al “creciente poder político de los latinos en el país.”
Señaló que los políticos estatales como el Gobernador Greg Abbott usaban palabras como “invasión” para describir los cambios demográficos que están ocurriendo en Texas, “culminando con ese hombre que vino a El Paso” y supuestamente asesinó a 22 personas inocentes en un Walmart.
Estos políticos “no limitan sus preocupaciones a los inmigrantes que de verdad son criminales,” añadió. “Usan la brocha gorda. Creo que se trata de una situación peligrosa.”
No obstante, Rodríguez fue inequívoco en un campo: no buscaría la reelección en 2020.
“Mi tiempo se ha acabado,” dijo. “Llevo en las trincheras más de 40 años”, primero ocupándose de servicios legales para los trabajadores agrícolas, luego como fiscal de condado de El Paso y después como miembro del Senado de Texas.
“Tengo 71 años de edad y creo que es hora de que se haga cargo una persona joven,” dijo.
Tenía sentimientos “encontrados” sobre su dimisión en estos tiempos críticos, pero dijo que “confiaba plenamente en que, si podemos conseguir que se haga cargo una persona más joven que esté dispuesta a hacer lo correcto, entonces la gente estará en buenas manos.”
En lugar de presentarse para otro mandato, Rodríguez tiene previsto hacer trabajo legal gratuito para grupos de justicia social como la Red Fronteriza por los Derechos Humanos y servir como “persona insistente” para los legisladores. Y quiere pasar más tiempo con su esposa, de la que ha estado lejos mucho tiempo.
Juntos pueden viajar. “Hemos estado en México pero ni de lejos en los lugares a que nos gustaría ir,” dijo. “Hemos ido a Ciudad México y Cozumel, pero realmente no hemos estado en Puebla, Oaxaca, Guadalajara, Zacatecos o Chiapas.” Y dijo que comenzaba a tener problemas de espalda y quiere hacer más excursiones antes de que sea demasiado mayor.
¿Y esa broma sobre Beto durante su conferencia de prensa? El senador saliente dijo que había buen rollo y que apoya fuertemente la candidatura de Beto.
“No puede hablar sin agitar los brazos,” añadió con una sonrisa.
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA