October 9, 2019 830 PM
CONDADO DE PRESIDIO — El 28 de enero de 1918, un grupo de hombres cabalgó hasta el pequeño pueblo agrícola de Porvenir, al norte de Candelaria, en el Río Bravo. Era de madrugada. Los hombres eran de los Texas Rangers y de la Caballería de los EE.UU., junto con un par de ganaderos (angloamericanos) locales.
Sacaron a 15 hombres y jóvenes de sus casas en Porvenir, les guiaron hasta la maleza y les dispararon. Estos asesinatos marcaron el principio del fin de la comunidad agrícola mayoritariamente hispana de Porvenir.
Han pasado poco más de cien años desde la masacre de Porvenir, que se produjo a medida que bullían las tensiones a lo largo de la frontera entre los EE.UU. y México como resultado de la Revolución Mexicana y las insurgencias por toda la zona. Pero hasta hoy en día se puede sentir los efectos de la masacre.
Como muchos de los hombres trabajadores del pueblo estaban muertos y los supervivientes fueron aterrados por más ataques violentos, los aldeanos abandonaron sus casas y se esparcieron por todos los Estados Unidos. Pero, recientemente, sus descendientes han comenzado a pasar página y a tener una sensación de justicia.
Las autoridades de Texas y de Washington, D.C., pasaron décadas cubriéndose sus crímenes en Porvenir. Pero ahora sale la historia entera, gracias al trabajo de arqueólogos e historiadores, así como a la valentía de dos supervivientes que brindaron su testimonio y dejaron registros escritos.
Un nuevo documental de la PBS, titulado “Porvenir, Texas” y dirigido por el difunto Andrew Shapter, rinde homenaje a este feo capítulo de la historia del Condado de Presidio y de la gente que no dejó que se olvidara esta tragedia.
La masacre de Porvenir se produjo mientras la Revolución Mexicana agitó a México, dejando un vacío de seguridad a lo largo de las zonas fronterizas.
Una mezcla de insurgentes y criminales oportunistas asaltó los condados fronterizos de Texas, asesinando a los residentes locales y robando en casas y en tiendas. Los Texas Rangers empezaron a reclutar hombres y sus rangos aumentaron con vigilantes con escasa formación, según explica el documental.
Alrededor de un mes antes de la masacre de Porvenir, unos asaltantes mexicanos atacaron la Hacienda Brite, entre Marfa y Porvenir. Robaron el almacén general y colgaron del techo al cartero Mickey Welch.
Comenzaron los rumores de que los residentes de Porvenir habían sido avistados con los zapatos procedentes del almacén general. En medio de la paranoia había el hecho de que el almacén general Brite era el único lugar cercano donde la gente podía comprar zapatos, según explica el documental. No hay pruebas de que los residentes locales de Porvenir estuvieran involucrados en el asalto mortal.
El encubrimiento de la masacre en Porvenir comenzó casi de inmediato. James Monroe Fox, capitán de la Compañía B de los Texas Rangers, afirmó en un principio que los aldeanos de Porvenir habían disparado a sus hombres antes de cambiar su historia para que encajara con los rumores sobre la Hacienda Brite.
José Canales, en aquel entonces el único representante hispano en la Legislatura de Texas, abrió una investigación y celebró audiencias acerca de la masacre en Porvenir. Pero mientras sus descubrimientos sirven ahora como importantes documentos históricos, Canales se enfrentó a una feroz oposición en aquel entonces, comentando después que la indagación “casi me costó la vida.”
En los últimos años, Texas finalmente ha tratado de resolver los crímenes de su pasado. En 2018, el Senado de Texas emitió una proclamación sobre la masacre y la Comisión Histórica de Texas aprobó un memorial.
Este año, la juez del Condado de Presidio Cinderela Guevara aprobó un certificado de defunción para una víctima, Longino Flores, más de 100 años después de su fallecimiento. Ella tiene otro certificado pendiente y pronto espera aprobar más, dijo.
“Significa pasar página,” dijo Guevara el martes en una entrevista sobre los certificados de defunción de Porvenir. Invitó a The Big Bend Sentinel a su cámara judicial para ver el certificado pendiente. Describe la causa de la muerte como “asesinato” y dice que la víctima fue “asesinada/disparada y matada a tiros.” (Guevara nos pidió que no identificáramos a la víctima a la espera de la aprobación del certificado.) Entre los documentos justificativos se encuentra el testimonio de un superviviente, de 1918, y una escritura de tierras en Porvenir de la víctima, que data de 1913.
El documental de Shapter también rinde homenaje a los residentes locales de Porvenir que se expresaron acerca de los asesinatos. Primero, Juan Flores, el único testigo ocular de la masacre e hijo de uno de las víctimas.
Flores, que solo era un niño en el momento de la masacre, llevó consigo su trauma durante décadas antes de compartir por fin sus experiencias con su familia y con los historiadores.
“Si no hubiera sido por su ayuda, no creo que hubiésemos sabido la historia entera de la masacre,” dice en la película Glenn Justice, autor e historiador de Texas.
Luego, está el maestro Henry Warren, el único residente angloamericano de Porvenir. Visitó el lugar de la masacre y escribió notas detalladas de las víctimas.
Warren se enfrentó a las reacciones negativas de las autoridades locales, perdiendo su empleo como maestro y acabando desahuciado en Arizona.
Según las notas escritas por Warren, las víctimas de la masacre de Porvenir fueron:
Antonio Castañeda, de 72 años de edad; Longino Flores, de 44 años de edad; Alberto García, de 35 años de edad; Eutimio Gonzalez, de 37 años de edad; Ambrosio Hernández, de 21 años de edad; Pedro Herrera, de 25 años de edad; Severiano Herrera, de 15 años de edad; Vivian Herrera, de 23 años de edad; Macedonio Huertas, de 30 años de edad; Tiburcio Jáquez, de 50 años de edad; Juan Jiménez, de 16 años de edad; Pedro Jiménez, de 25 años de edad; Serapio Jiménez, de 25 años de edad; Manuel Moralez, de 47 años de edad; y Román Nieves, de 48 años de edad.
Durante décadas después de sus muertes, las autoridades intentaron olvidar la masacre y los nombres de estas víctimas. El nuevo documental de Shapter forma parte de una campaña de más de cien años para asegurar que los texanos no se olviden de Porvenir, Texas.
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA