October 16, 2019 830 PM
CONDADO DE PRESIDIO — Después de casi tres años de disputas legales, este mes las autoridades retiraron todos los cargos criminales contra dos hombres involucrados en un tiroteo de gran repercusión mediática que tuvo lugar cerca de Candelaria durante un viaje de caza en enero de 2017.
Walker Daugherty y Michael Bryant –de la empresa de caza de Nuevo México Redwing Outfitters (ahora Big Rim Outfitters)– guiaban a una pareja de Florida en una expedición de caza en la Hacienda Circle Dug, en el Condado de Presidio, cuando tuvo lugar un tiroteo. Uno de los clientes de Florida recibió un disparo en el brazo y Daugherty fue evacuado en ambulancia aérea y llevado a El Paso.
Durante años, Daugherty y Bryant sostuvieron que su viaje de caza fue una emboscada, pero las autoridades eran escépticas desde el inicio. Aquel mes de febrero, las autoridades acusaron a ambos hombres de un cargo de delito mayor por conducta mortal, diciendo que “dispararon a sabiendas” sus armas contra personas. Los cargos marcaron el inicio de unos casos penales contra los guías de caza que duraron años.
Esos casos terminaron este mes, cuando la fiscal de distrito Tonya Ahlschwede retiró los cargos restantes contra Daugherty y Bryant, citando nuevas pruebas. El juez Roy Ferguson firmó el documento que fue notariado el 7 de octubre.
Daugherty y Bryant no respondieron a nuestras peticiones de hacer algún comentario, pero sus abogados acogieron con satisfacción la noticia. “Estamos agradecidos de que el Estado de Texas finalmente haya tomado la decisión correcta y desestimado los cargos,” dijo a The Big Bend Sentinel Jaime Escuder, abogado de Bryant.
El caso había sido una “gran carga para la familia [de Bryant], económicamente y emocionalmente,” dijo.
La fiscal de distrito Ahlschwede no respondió a nuestra petición de hacer algún comentario antes del cierre de esta edición. Pero dos personas familiarizadas con el caso –Joel Núñez, ayudante principal de la Oficina del Sheriff del Condado de Presidio, y Dick DeGuerin, abogado de Daugherty– describieron la nueva prueba como un rayo X de Daugherty, que mostraba una bala que seguía alojada en su cuerpo.
El calibre y la dirección de la bala no encajaban con la versión de los hechos presentada por la fiscalía, según dijo DeGuerin.
El caso dio muchos giros durante estos años en el sistema judicial del Condado de Presidio. Tras acusar en un principio a los hombres de conducta mortal, a finales de 2017 las autoridades retiraron los cargos iniciales y dieron a ambos hombres dos acusaciones más de delitos graves.
Luego, en septiembre de 2018, la fiscal de distrito del Condado de Presidio, Sandy Wilson, se recusó del caso, citando un conflicto de intereses. Wilson no estaba disponible para hacer comentarios antes del cierre de esta edición.
El 6 de enero de 2017, Walker Daugherty y un cliente, Edwin Roberts, fueron tiroteados en un viaje de caza. El ayudante del sheriff Núñez respondió a una llamada médica en la remota Hacienda Circle Dug, donde le hablaron de la emboscada.
Núñez, que actuó como investigador principal del caso, dice que al principio acogió los relatos de buena fe. Pero los únicos casquillos de bala recién usados procedían de las armas del grupo de caza, dijo. Y cuando la Patrulla Fronteriza, el DPS de Texas y otras agencias registraron la zona, “no había señal de nadie más.” También le pareció sospechoso que Daugherty supuestamente “hiciera una afirmación a Roberts diciéndole que más le valía tener su arma preparada esta noche.”
“Fue una decepción para nosotros no tener la oportunidad de ir a juicio,” dijo. “Teníamos declaraciones y pruebas sólidas.”
El caso se ensambló con la política nacional debido a las alegaciones de violencia fronteriza. El presidente Donald Trump acababa de ser elegido después de una campaña en que alegaba que grandes números de personas peligrosas venían desde México.
Un día después del tiroteo, un supuesto comunicado de prensa desde la perspectiva de los acusados fue publicado en línea, tal y como informó Texas Monthly. Decía que el equipo de caza había sido atacado por unos agresores que “probablemente habían vuelto a México.”
“Creen que los agresores tenían la intención de asesinar al grupo,” declaraba la publicación. “Los atacantes estaban colocados estratégicamente alrededor de la cabaña y los hombres fueron tiroteados desde distintas áreas.”
Los abogados de la defensa mantuvieron esta versión de los acontecimientos, intentando incluso (sin éxito) citar a Aduanas y Protección Fronteriza de los EE.UU. para que proporcionara datos sobre las personas que cruzan la frontera ilegalmente en la zona. Escuder, abogado de Bryant, también presentó pruebas mostrando que había intentado robar en la Hacienda Circle Dug en 2016.
Pero dado el clima político, estas explicaciones del tiroteo parecían demasiado fáciles para algunos residentes del Condado de Presidio (incluyendo la policía local). En un comunicado emitido días después del tiroteo, la Oficina del Sheriff del Condado de Presidio dijo que “no hay pruebas para apoyar las alegaciones de `violencia transfronteriza.´”
Estos temas, dijo Núñez, formaban parte de la razón por la que importaba a los residentes locales. “No hemos tenido ninguna violencia procedente de otro país ni ninguna violencia contra los ciudadanos de los EE.UU. por parte de personas que cruzan [la frontera],” dijo. La realidad “simplemente no encaja con lo que alegan.”
“Eso es lo que molesta a la gente,” añadió. “Alegan que hay mucha violencia de personas que cruzan la frontera. Y eso simplemente no es verdad.”
Pero DeGuerin, abogado de Daugherty, dijo que esa política era tangencial. “Supongo que la política de la entrada ilegal y la inmigración, etc., podrían haber tenido algo que ver,” dijo. “Pero en realidad, [los fiscales] ignoraron el hecho de que había habido robos recientes en las cabaña de caza y en las casas en esa misma zona.”
“Me encantaría poder echar la culpa a Trump de todo esto,” añadió. “Le culpo por casi todo lo demás. Pero el hecho es que se trata de una zona donde las personas cruzan frecuentemente la frontera.”
En cualquier caso, los problemas legales de Daugherty y Bryant aún no han acabado. El año pasado, los clientes de Florida –Edwin y Carol Roberts– presentaron una demanda por negligencia contra los guías y su empresa.
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA