La Democracia Estadounidense Necesita una Nueva Enmienda

En teoría, la democracia estadounidense está basada en la premisa de una persona, un voto. Desafortunadamente, este no es el caso. Los ricos y los poderosos usan su dinero para ganar más influencia que los demás estadounidenses, y se hizo evidente para todo el mundo con la decisión del Tribunal Supremo en el caso de Ciudadanos Unidos versus la Comisión Federal de Elecciones, que abrió las puertas a una ola de donativos en forma de fondos recaudados con el propósito de influir en las elecciones por parte de organizaciones sin ánimo de lucro que no están obligadas a divulgar las identidades de sus donantes, formados por individuos adinerados y corporaciones. Ahora, nuestro modelo democrático parece estar basado cada vez más en el principio oscuro de un dólar a cambio de un voto. No hay que excluir a ningún estadounidense del proceso político simplemente porque no pueda permitirse gastar un par de millones de dólares en unas elecciones, pero eso es exactamente el curso que estamos siguiendo.

Afortunadamente, los demócratas de la Cámara de Representantes han introducido un plan para detener esta alarmante tendencia y devolver el poder político a donde pertenece: a los trabajadores estadounidenses. El representante Ted Deutch (demócrata-Florida) introdujo la Enmienda de la Democracia para Todos, una enmienda propuesta para la Constitución que promulgaría reformas que se necesitan desesperadamente para detener la influencia corrosiva del dinero en la política, incluyendo la revocación del fallo de Ciudadanos Unidos.

Esta enmienda es crucial para asegurar que cada estadounidense cuente por igual en nuestro gobierno y para impedir que la gente adinerada compre a los políticos mediante donativos en forma de fondos recaudados con el propósito de influir en las elecciones por parte de organizaciones sin ánimo de lucro que no están obligadas a divulgar las identidades de sus donantes. Por esta razón, exhorto respetuosamente a que los líderes de la Cámara de Representantes se unan a los más de 160 copatrocinadores que apoyan este proyecto de ley y que lo sometan a una votación.

¿Cómo, exactamente, logras la tarea monumental de apartar el dinero de la política? Para empezar, debemos asegurarnos de que sean todas las contribuciones a las campañas sean transparentes. Desde hace mucho tiempo, las donaciones individuales han sido accesibles públicamente a través de páginas web como Open Secrets. Sin embargo, bajo nuestras leyes actuales, los intereses especiales de las personas adineradas pueden hacer donativos ilimitados a los Comités de Acción Política (PAC) y a las organizaciones políticas sin ánimo de lucro sin desvelar nada. La Enmienda de la Democracia para Todos permitiría que el Congreso exigiese que se divulgara las financiaciones a las campañas de todo el mundo, porque los estadounidenses merecen saber precisamente quién tiene la cartera –y, por lo tanto, la oreja– de nuestros representantes elegidos.

La Enmienda de la Democracia para Todos afirmaría explícitamente el derecho del Congreso y de las legislaturas estatales a establecer normas y regulaciones respecto a las financiaciones a las campañas en las elecciones públicas, incluyendo limitar los gastos a las campañas por parte de corporaciones y grupos con intereses especiales. Actualmente, la carrera electoral ganadora promedio de la Cámara de Representantes cuesta más de un millón de dólares, mientras que el candidato ganador promedio del Senado puede esperar gastar más de 10 millones de dólares, y las cifras ascienden vertiginosamente para las carreras electorales a la presidencia. Consagrar este derecho en la Constitución permitiría que los estados y el Congreso detuviesen los gastos descontrolados en las elecciones y garantizaría que los ricos y poderosos no tengan tanto acceso a nuestros funcionarios electos, como los estadounidenses corrientes.

Si parece increíble lograrlo, tenga en cuenta que en un asombroso 91 por ciento de las elecciones, gana el candidato que recauda más dinero. Bajo esas condiciones, está claro por qué nuestras leyes cada vez más parecen beneficiar a los adinerados en lugar de a la población en general, con una ayuda profundamente impopular de 1.8 billones de dólares en ayuda financiera al uno por ciento más rico o un sueldo mínimo que no ha cambiado en 10 años a pesar del apoyo nacional a un mínimo de 15$ la hora.

Además del bien moral de proteger los derechos democráticos de los estadounidenses e impedir un gobierno formado por y dirigido a las élites, la Enmienda de la Democracia para Todos es algo obvio a nivel político. Los estadounidenses saben que nuestra democracia ha sido secuestrada por la élite. En 2018, un 78 por ciento de los estadounidenses apoyó limitar la influencia del dinero en la política con una enmienda a la constitución, incluyendo al 85 por ciento de los demócratas y al 66 por ciento de los republicanos. La Enmienda de la Democracia para Todos es un proyecto de ley inmensamente popular y desesperadamente necesario que impediría que el dinero dictase nuestro futuro político y necesitamos que líderes fuertes y valientes le den el total apoyo que merece.

Morris Pearl es ex director gerente de BlackRock, Inc. y presidente de Patriotic Millionaires, una coalición de estadounidenses con un elevado patrimonio que están preocupados por la concentración desestabilizadora de riqueza y poder en los Estados Unidos.

Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA


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