December 18, 2019 1250 PM
PRESIDIO — Con el año nuevo que se aproxima rápidamente, las autoridades en la ciudad de Presidio se están preparando para una ruta transmigrante propuesta que pasará por Presidio y Ojinaga.
Pero incluso después de reunirse con las autoridades portuarias estadounidenses y mexicanas, los líderes municipales dicen que todavía no han recibido casi nada de información sobre la ruta, incluyendo información básica como las regulaciones mexicanas que regulan los transmigrantes. “No nos deja con una sensación tranquilizadora,” dijo Joe Portillo, administrador municipal.
El término “transmigrante” describe a los comerciantes viajeros que transportan bienes –especialmente los coches– entre Centroamérica y los Estados Unidos. Para considerarse transmigrante, los comerciantes tienen prohibido vender sus mercancías en México. Sus vehículos son pesados al entrar y al salir de México en un proceso que puede tardar días.
En el este de Texas, actualmente el pueblo de Los Indios sirve como la única ruta aprobada para el tráfico de transmigrantes. Rick Cavazos, alcalde interino de la pequeña ciudad de Texas, dijo a The Big Bend Sentinel a principios de este año que se alegraba tener a los transmigrantes en el pueblo, describiéndolos como el mayor contribuyente “de lejos” al impuesto sobre las ventas.
Los vendedores viajeros se han convertido en un elemento fijo allí, y el pueblo incluso conmemora a los comerciantes con un día festivo anual llamado Día del Transmigrante. Pero Los Indios no es exactamente el mejor barómetro del asunto; cuando la ciudad fue establecida en 1993, los transmigrantes ya se habían establecido en la zona. Y Cavazos dijo que los transmigrantes podrían convertirse en blancos para los cárteles y/o autoridades mexicanas corruptas.
“Les compadezco,” dijo. “Realmente les compadezco.”
Presidio ha expresado escepticismo sobre la nueva ruta y a los líderes municipales les preocupan las implicaciones en el aumento del tráfico transfronterizo entre Presidio y Ojinaga. Esas preocupaciones fueron suscitadas después de que el alcalde de Presidio, John Ferguson, hiciera un viaje a Los Indios para recabar información y regresara poco impresionado. En septiembre, envió una carta a las autoridades estadounidenses y mexicanas instándoles a “no proseguir un corredor transmigrante en Presidio y Ojinaga,” tal y como ha informado con anterioridad The Big Bend Sentinel.
A Ferguson y a otras autoridades de Presidio les preocupan la logística que significa atender a los transmigrantes y temen que la ruta propuesta traiga consigo un aumento en la actividad de los cárteles, ya que los criminales oportunistas se alimentan de los viajeros sin muchos recursos.
A finales de noviembre, las autoridades municipales de Presidio asistieron a una reunión en el puerto de entrada con (principalmente) las autoridades fronterizas mexicanas, incluyendo Alejandro Leos, director en funciones del puerto de Presidio; Jorge Vargas Aguilar, director portuario de Ojinaga; y Juan Carlos Loera de la Rosa, que sirve como enlace entre el estado de Chihuahua en México y el gobierno federal mexicano bajo el nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador.
Salieron unos detalles de la reunión. Las autoridades mexicanas dijeron a las autoridades de Presidio que la ruta se iniciaría probablemente en febrero, después de que, con suerte, finalizaran las obras en el puente internacional.
Las autoridades mexicanas dijeron a los líderes de Presidio que se les avisaría antes del cambio. Dijeron que la ruta propuesta sería publicada en el equivalente mexicano del Registro Federal, que anuncia noticias importantes y proporciona a las partes interesadas la oportunidad de hacer comentarios.
Y eso fue todo. Hasta la fecha, el alcalde Ferguson dice que solo ha recibido un documento de las autoridades mexicanas: un panfleto informativo que dijo que incluía noticias sobre los transmigrantes y una carta del administrador municipal Joe Portillo.
Durante una reunión del consejo municipal que tuvo lugar la semana pasada, Ferguson denunció esta falta de información concreta.
“He sido muy reacio a dirigirme al periódico o a los medios sociales y decir, `Escuchen, todos, esto es lo que tenemos,´” dijo. “Porque, en realidad, ¿qué es lo que tenemos?”
Una propuesta presentada por los líderes de Presidio es la de construir un aparcamiento propiedad de la ciudad para alojar a los transmigrantes mientras esperan la autorización de aduanas. La ciudad está considerando una parcela de 61 acres –que ya posee– como posible ubicación.
Pero incluso esa propuesta está causando dolores de cabeza en Presidio. Durante un periodo para comentarios públicos la semana pasada, el único miembro del público que hizo un comentario sobre el tema de los transmigrantes fue H. Cowan, representante de Solitaire Homes. Dijo que estaba “totalmente en contra” del aparcamiento propuesto, que él describió como un “ardid” y que dijo que aumentaría el tráfico cerca de las instalaciones de Solitaire. (Cowan no respondió a una petición de hacer un comentario antes del cierre de esta edición.)
“No es justo para la empresa privada,” dijo al consejo. “No deberían estar metidos en el negocio de la empresa privada. Si lo hacen, tal vez deberían abrir una tienda de comestibles, una gasolinera y todo lo demás.”
“Nuestra compañía no puede aceptar ni aceptará entre 300 y 400 transmigrantes recorriendo la 170 [la carretera que va desde las explotaciones agrícolas hasta los mercados] cada día,” dijo. Aún así, reconoció que Presidio se encontraba en una “situación muy difícil” y dijo que Solitaire apoyaría a la ciudad “en todo lo que podamos.”
Tras el intercambio, Cowan y las autoridades públicas acordaron que la opción más sencilla –pero, desafortunadamente, también la menos probable– sería simplemente no tener en absoluto una ruta transmigrante.
“Compartimos las mismas preocupaciones,” le dijo Irvin Olivas, concejal. El “escenario perfecto,” dijo, sería que las autoridades mexicanas les dijeran: “No se preocupen. No pasaremos por Presidio.”
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA