March 11, 2020 207 PM
MARFA — El sector Big Bend de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. celebró el martes una reunión informativa en persona y por teleconferencia con periodistas sobre los números operativos de febrero y otras noticias.
La reunión fue rutinaria para la Patrulla Fronteriza, que cada mes hace sesiones informativas sobre asuntos como este. Pero en la reunión del martes se habló de varios temas de actualidad, desde transmigrantes hasta coronavirus.
Primero, lo básico. El agente jefe de patrulla Matthew Hudak dijo a los periodistas que “siguen disminuyendo” las aprehensiones de unidades familiares y niños no acompañados. En febrero, el 75 por ciento de los arrestos involucró a grupos familiares, un cambio casi total con respecto a esta época del año pasado, dijo.
Mientras tanto, los adultos formaban una mayor proporción de aprehensiones, con los ciudadanos mexicanos representando ahora alrededor del 50 por ciento, dijo. Hudak atribuyó la caída de los cruces familiares a los Protocolos de Política Migratoria – las llamadas políticas para “permanecer en México” bajo la administración Trump que han visto a muchos migrantes esperar sus procedimientos migratorios fuera de los Estados Unidos.
Pero las nuevas tendencias presentaron sus propios desafíos, dijo Hudak. Los adultos que cruzan la frontera son menos propensos a entregarse a los agentes. También tendían a cruzar en lugares más remotos, dijo.
Otras tendencias también aumentaron, incluyendo un incremento en las incautaciones de narcóticos. Trescientas libras de heroína y 240 libras de fentanilo fueron incautadas en el sector de Big Bend, dijo Hudak.
También subieron los asaltos a los agentes, con cinco asaltos a agentes en lo que va de año. “Es una tendencia a la que, desde luego, estamos prestando atención,” dijo Hudak.
Durante una sesión de preguntas y respuestas con los reporteros, Hudak se extendió más sobre esos asaltos. Dijo que las unidades familiares y los niños no acompañados cometen bajos índices de violencia, mientras que los adultos solteros -muchos de ellos con antecedentes penales- son los que cometen las agresiones.
“Habitualmente, los que se dedican a asaltar a los agentes tienen algún historial criminal previo,” incluso para el reingreso ilegal, dijo Hudak. “Están tomando algunas malas medidas para tratar de evitar ese arresto.”
Al preguntársele sobre el coronavirus, Hudak reconoció que había “mucho que hacer a nivel nacional” con el virus y que las autoridades fronterizas tendrían que adoptar un “enfoque de múltiples capas” para prevenir la infección de los agentes y su posterior propagación.
No obstante, dijo que las autoridades fronterizas tenían formación para hacer frente a “situaciones de tipo epidémico,” incluso durante los recientes brotes de ébola en África occidental, y que “en cierto modo, esto no es algo extremadamente nuevo.” Dijo que los agentes estarían atentos a cualquier persona que cruce y que presente síntomas.
En cuanto a los transmigrantes, Hudak dijo que el manejo de cualquier nuevo tráfico probablemente recaería en otras entidades, incluyendo la oficina de campo de El Paso (que ayuda a gestionar el Puerto de Entrada de Presidio).
Aún así, reconoció que los residentes del área probablemente verían los impactos, incluyendo el aumento del tráfico en la Ruta 67 de los Estados Unidos, y que cualquier aumento de la actividad transfronteriza crearía inevitablemente “una oportunidad para que un elemento criminal trate de explotar eso.”
Citando la expansión del ferrocarril a través de Presidio, Hudak comparó a los transmigrantes con la tendencia más amplia del aumento del comercio internacional en el Big Bend.
“Es una gran oportunidad económica para Presidio,” dijo, “pero no está exenta de desafíos.”
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA