January 15, 2020 113 PM
PRESIDIO — Sylvia Aguilar y su marido, Guadalupe, son de Presidio y regentaban en la ciudad el restaurante La Pasadita. Pero hace unos cinco años, Guadalupe encontró otro empleo: conducir camiones para la industria petrolífera en Odessa.
Sylvia se negó a hablar en detalle acerca de las finanzas de la pareja pero dijo que ahora Guadalupe está ganando “un sueldo mucho mejor.” Dice que es de igual importancia el hecho de que él sea un empleado asalariado. Eso significa que se puede quedar con las ganancias, en lugar de meter el dinero de nuevo en el restaurante.
Este año, Aguilar dice que tiene previsto reunirse con su marido en Odessa. Gran parte de su familia extendida se ha trasladado allí, y si ella quiere un empleo a tiempo parcial, está convencida de que puede conseguirlo.
“No se trata únicamente del petróleo,” dijo. La industria en auge también ha llevado a otros empleos en restaurantes y tiendas. “A dónde quiera que vaya, hay letreros que dicen `Se busca empleado/a.´”
Los Aguilar no son los únicos residentes de Presidio buscando oportunidades fuera de la ciudad fronteriza. Aunque crece la población del estado de la Estrella Solitaria, disminuye la del Condado de Presidio a medida que huyen los residentes en busca de mejores empleos o menores costes de vida, según un análisis emitido el mes pasado por el Centro de Demografía de Texas de la Universidad de Texas, en San Antonio.
Entre 2010 y 2018, las dos únicas ciudades del Condado de Presidio –Marfa y Presidio– ganaron puestos en una lista de entre las diez ciudades de Texas con el mayor porcentaje de caídas en la población. Marfa tuvo la cuarta mayor caída porcentual en la población, con una disminución del 14.1 por ciento con 1,981 residentes en 2010 y 1,702 en 2018.
Presidio no estaba tan lejos, según el análisis, con la octava mayor disminución: el 10.6 por ciento con 4,426 personas en 2010 y 3,957 en 2018. Presidio también obtuvo un puesto (el noveno) en una lista de las ciudades de Texas que perdieron el mayor número total de residentes en ese periodo. Según los investigadores, la ciudad perdió unas 469 personas.
Lloyd Potter, demógrafo estatal y director del Centro de Demografía de Texas, resaltó algunas de las tendencias que afectan a la población de la Estrella Solitaria, que ha aumentado en unos 4 millones de personas desde 2010. Dijo que Texas tiene una población relativamente joven y, como resultado, los nacimientos superan a los fallecimientos. La inmigración (tanto interestatal como internacional) también explica el casi 50 por ciento del crecimiento.
Pero la imagen es distinta en las zonas rurales, dijo Potter. Mientras que ciudades como Austin y Houston están en auge, 93 de los 254 condados de Texas perdieron población en la última década. Todos eran rurales y muchos se encontraban en el Oeste de Texas y la zona más septentrional.
Eso se debe a que los residentes mayores de zonas rurales y escasamente pobladas han entrado en su etapa de “alta mortalidad” y a veces se mudan a centros urbanos donde pueden recibir atención especializada, dijo. Mientras tanto, los residentes más jóvenes se están trasladando a las ciudades por empleo y educación.
“Si naciste en una parte más rural del estado y quieres trabajar o acudir a una escuela post secundaria, tienes que mudarte a una zona urbana,” dijo. La gente joven “no necesariamente vuelve [a sus ciudades natales] a no ser que tenga allí alguna oportunidad.” En cambio, muchos encuentran oportunidades en otras partes, como en la Cuenca Pérmica.
The Big Bend Sentinel habló con algunos residentes de Marfa sobre las razones por las que se marchaban de la ciudad, incluyendo a una maestra y su marido que compraron una propiedad en Fort Davis tras decidir que ya no podían permitirse los gastos de vivienda.
Allí, los alquileres a corto plazo como AirBnb se han tragado parte del mercado inmobiliario, y el valor medio se ha más que triplicado en la última década, según el Censo y datos inmobiliarios. “Esto no es nada nuevo para nosotros,” dijo Raúl Lara, concejal de Marfa, respecto a los crecientes gastos de vivienda y la población en declive. “Es una gran preocupación.”
La situación en Presidio es diferente. El valor medio de una casa es de 46,500$ y más de la mitad de las casas está “ocupada por el propietario,” según los datos del censo de 2017. Y, sin embargo, sigue disminuyendo la población municipal, según el análisis.
Aquí, los residentes y las autoridades municipales dicen que una escasez de oportunidades (en lugar de altos gastos de vivienda) es el principal motivo que está haciendo que los residentes de Presidio tengan que buscarse la vida en otras partes. “Presidio necesita más empleos,” dijo Rod Ponton, fiscal municipal, en una entrevista. “Es evidente.”
El alcalde, John Ferguson, está de acuerdo en que mejores empleos en otras partes –y, en especial, en la Cuenca Pérmica– están sacando a la gente de la ciudad.
“Mucha gente se ha visto atraída por empleos en los que pagan muy bien, como en los campos petrolíferos,” dijo. “Lo único que tienes que hacer es permanecer en la banqueta durante un período festivo como la Navidad y ver todos los camiones pickup caros que están arrastrando remolques con juguetes todoterreno y vehículos tipo buggy.”
Aún así, siempre ha sido difícil hacer el recuento de Presidio, ya que muchos residentes dividen su tiempo entre Ojinaga y otros lugares más allá de Ojinaga. Y después de que la administración de Trump lanzase la idea de añadir al censo una pregunta acerca de la ciudadanía, algunos argumentan que resulta aún más difícil hacer el recuento.
“Habrá gente reacia a que les recuenten,” dijo el alcalde Ferguson durante una reunión de la junta municipal celebrada en octubre, en la que los líderes municipales abogaban por un “comité para llevar a cabo un recuento completo.” Joe Portillo, administrador municipal, calculó durante la reunión que la ciudad perdería 1,600$ por cada residente no contado.
En 2012, un consultor de la ciudad de Presidio argumentó que el Censo de 2010 había contado a lo bajo a la ciudad fronteriza. Usando las conexiones activas del agua, el consultor estimó que la población municipal era de más de 5,000 personas, y no 4,426 como había estimado el Censo.
“Siempre nos cuentan a lo bajo,” dijo Brad Newton, director ejecutivo del Distrito para el Desarrollo Municipal de Presidio. “Los demógrafos estatales de San Antonio jamás han pisado Presidio.” Fijó la población de Presidio más cerca de las 5,500 personas, usando la misma rúbrica de las conexiones del agua.
A muy pocos meses del Censo 2020, menos residentes contados significará menos dinero y menor poder político para el Condado de Presidio. El censo no solo determina los distritos electorales: también ayuda a decidir cuánto dinero federal y estatal proveniente de subsidios será destinado a los proyectos locales.
Pero no solo el hecho de contar a lo bajo está afectando a la población municipal. También se trata de quién esté siendo contado. Presidio siempre ha tenido una población “transitoria,” con muchos trabajadores marchando de la ciudad entre semana por un mejor salario, dijo Rogelio Zubia, oriundo de Presidio y concejal municipal.
“La gente tiene que salir de la ciudad para encontrar trabajo,” dijo. “Ese siempre ha sido el caso de Presidio, desde que era niño.”
Muchas veces, esos trabajadores regresan a Presidio los fines de semana e incluso podrían considerar como su hogar la ciudad fronteriza. Pero no pasan allí el 51 por ciento de su tiempo, el umbral establecido por la Oficina del Censo de los EE.UU. para decidir dónde alguien es un residente.
“Hay mucha gente que vive fuera de la ciudad,” dijo Newton, “pero siguen llamando hogar a Presidio.”
Si todos esos trabajadores transitorios fuesen contados en Presidio, muchas autoridades municipales dicen que Presidio no tendría una población en declive. Ron Ponton, por ejemplo, señala la matriculación escolar en el distrito escolar local, que según dijo sigue aumentado. (El ISD de Presidio no proporcionó las estadísticas de la matriculación antes del cierre de esta edición.)
Y algunas autoridades, como Ponton, dicen que esos trabajadores –algunos de los cuales tienen casa en Presidio– deberían ser contados como parte de la población municipal. “Será realmente crucial contarles de esa manera,” dijo Ponton. “Para mí, un campamento masculino en un campo petrolífero no es una residencia.”
Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA