Los funcionarios del estado hablan del coronavirus en una sesión de preguntas y respuestas con los tejanos

TEXAS — El Gobernador de Texas Greg Abbott hizo una entrevista televisiva con los tejanos el pasado jueves en respuesta al coronavirus. También estuvieron presentes miembros clave de su personal, desde el Comisionado del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas, John Hellerstedt, hasta el Comisionado de la Agencia de Educación de Texas, Mike Morath.

Los funcionarios, que aparecieron en una filial de la ABC, respondieron a preguntas sobre muchos temas, desde las pruebas de coronavirus hasta el cierre de escuelas. Pero Abbott no dijo nada preciso sobre lo que el estado planeaba hacer para ayudar a las empresas y empleados que ya han visto los impactos económicos del coronavirus, o para asegurar que los tejanos que no tienen seguro puedan recibir atención. Unos 5 millones de tejanos -alrededor del 18 por ciento del estado- no tienen seguro médico, en parte debido a la decisión de Texas de no expandir Medicaid a raíz de la Ley de Atención Asequible.

“Sé que muchos de ustedes están asustados,” dijo Abbott al principio de su discurso. “Tal vez estén preocupados. Tal vez estén confundidos. Ustedes merecen respuestas.”

Al describir el coronavirus como un peligro invisible, comparó la pandemia con otros desastres que han golpeado al estado en los últimos años, incluyendo el huracán Harvey, que vio como las carreteras en y alrededor de Houston “se convirtieron en vías fluviales.” “Juntos, también lograremos pasar el coronavirus,” dijo.

Dijo que Texas estaba “listo en enero” antes del primer caso de coronavirus de Texas en marzo, un mensaje marcadamente diferente al de una carta que envió al presidente Donald Trump el lunes, en la que dijo que Texas tenía pocos suministros médicos y subrayó que “se necesitan recursos del gobierno federal.”

Aún así, señaló que Texas tuvo cinco muertes por coronavirus, más que las tres de ese día. (Al cierre de esta edición, había al menos once muertes en Texas, según las cifras del estado.) Hechos como ese “muestran lo rápido que esto puede propagarse,” dijo sobre el virus.

Abbott dijo que Texas estaba “centrándose en las pruebas” y esperaba hacer entre 15.000 y 20.000 pruebas de coronavirus por semana, una meta que está muy lejos de la actualidad. Al cierre de esta edición, poco más de 13.000 tejanos, en total, se han sometido a pruebas de coronavirus.

John Hellerstedt, comisionado del DSHS, también dijo que el proceso de pruebas en todo el estado era “bastante eficiente.” Una vez que un laboratorio obtiene una muestra de coronavirus, puede producir resultados en 48 a 72 horas, dijo. Pero muchos de esos laboratorios están ahora experimentando un retraso.

En cuanto al cuidado de los niños y la educación, Mike Morath, comisionado de la TEA, dijo que los estudiantes serían “absolutamente” capaces de avanzar en sus calificaciones incluso sin la prueba STAAR, que fue suspendida a principios de este mes. Las decisiones sobre los requisitos para pasar de curso se decidirían a nivel escolar, dijo.

Cuando se le preguntó si las escuelas podrían reabrir antes del final del año escolar regular en mayo, Morath dijo que no lo sabía. “Tenemos que esperar y ver cómo se desarrolla la propagación del virus,” dijo.

Las escuelas de Texas ya habían establecido más de 1000 lugares de recogida de comida y habría un “gran número” más en los próximos días, dijo. El gobernador Greg Abbott dijo que Texas estaba buscando opciones de guarderías y que estaba “instando” a las guarderías a que permanecieran abiertas, pero que “se aseguraran de que hay normas más estrictas” de limpieza y seguridad.

Abbott también ofreció palabras tranquilizadoras sobre la seguridad alimentaria. Dijo que estaba en “constante contacto” con los supermercados y otros minoristas de alimentos y que estaban “abastecidos y listos para salir a repartir.”

Después de hablar con los directores generales de tiendas de comestibles y otros negocios de alimentos, dijo que estaba “muy seguro de sus cadenas de suministro.” Y prometió una respuesta “muy agresiva” a las quejas sobre la subida de precios durante esta crisis.

En la economía y la salud, sin embargo, los funcionarios fueron menos comunicativos. Cuando se le preguntó si Texas aplazaría los impuestos sobre las ventas, Abbott dijo que lo considerarían. Cuando se le preguntó sobre los trabajadores y empleadores que estaban sintiendo un pinchazo económico por el coronavirus, dijo que había “múltiples caminos” a nivel federal que podrían ayudar a la gente a obtener ayudas.

Cuando la dueña de un salón de belleza preguntó sobre la gente que se preocupaba por el alquiler y otros gastos, Abbott respondió que “el tipo de negocio en el que está usted no ha sido cerrado todavía.”

“Los salones de belleza no han sido cerrados,” dijo. “Todavía debería ser capaz de ganar dinero.” Subrayó que los propietarios de empresas podían solicitar préstamos para casos de desastre a la Administración de Pequeñas Empresas, pero reconoció que “ese individuo en particular” probablemente no reuniría los requisitos necesarios.

Cuando un ciudadano señaló que Texas había negado “sistemáticamente” la ampliación de Medicaid y preguntó sobre las altas tasas de residentes sin seguro, intervino la Directora de Medicaid de Texas, Stephanie Muth.

“Es realmente importante recordar que esta es una crisis de salud pública,” dijo Muth. “El acceso a un seguro médico no va a resolver el problema inmediato en el que debemos centrarnos.”

Pero los políticos de Texas y más allá están reflexionando sobre el conflicto de la lucha contra el coronavirus frente a la ralentización económica que está teniendo como resultado. El Presidente Donald Trump tuiteó que “NO PODEMOS PERMITIR QUE LA CURA SEA PEOR QUE EL PROBLEMA EN SÍ MISMO.”

Luego, el lunes, el vicegobernador de Texas Dan Patrick apareció en Fox News para proponer que “podamos volver al trabajo.” En ese momento, las restricciones a los negocios de Texas habían estado en vigor durante menos de una semana.

Patrick le dijo al presentador de Fox News, Tucker Carlson, que los abuelos como él deberían estar dispuestos a aceptar el riesgo de muerte si eso significaba mantener el motor económico en marcha.

Traducción de MIRIAM HALPERN CARDONA


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